Personaje:
"Niño de nueve años sentado en el pasto observando el cielo, junto a él tiene un peluche gastado"
Querido diario:
Estoy en la linde del bosque de nuevo. Hace un día precioso. El sol brilla y me calienta las piernas desnudas mientras oigo como suena el agua del río frente a mi. Este lugar no ha cambiado nada: esas flores amarillas y naranjas que tanto me gustaron siguen creciendo a la orilla del río, la gran piedra en forma de media luna sigue junto al enorme pino, y Tod está a mi lado, esperando conmigo, como aquella vez. Ya ha pasado un año desde entonces y he cumplido la promesa que me hice de volver cada día hasta que volviera a verla.
¿Recuerdas cuando te hablé por primera vez de ella? Nunca olvidaré ese momento. Habíamos salido Tod y yo de casa, después de desayunar, el primer día de primavera. Íbamos a jugar a un descampado que hay atravesando el río. Nos sentamos junto al pino a esperar que el abuelo llegara para acompañarnos cuando la vimos aparecer entre la espesura del bosque y arrodillarse junto al río. Segundos después llegó el abuelo, y al oír sus pasos y sus alegres silbidos se asustó, y antes de que me diera cuenta había desaparecido.
Esa tarde no se lo conté a nadie, ni siquiera lo hablé con Tod. No estaba seguro de que hubiera sido real, y no quería que el abuelo creyera que era un mentiroso. A la mañana siguiente decidí que quería que fuera mi pequeño secreto mágico, una experiencia para guardarla entre Tod y yo.
Desde entonces hemos venido todos los días, a este lugar.
Pero hacía tiempo que no veníamos y lo echaba de menos. Tres meses exactamente. Tres meses llevo esperando ansioso a que acabe el invierno, para volver a este lugar, pues todos saben que las hadas no salen en invierno.
Espero que os haya gustado.
Nos leemos ;)
Me gusta mucho! Creo que es el primero que leo con algun elemento sobrenatural.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias :) Me alegra que te guste
EliminarBesos!